jueves, 27 de marzo de 2008

No realmente

Trabajé por muchos años para "My People", en Charlotte, y en más de una ocasión cuando daba alguna sugerencia o hacía una pregunta para salir de la ignorancia, mijito-mijito me sentaba y me decía "ven mijito para enseñarte",ante tal ataque cultural y con temor de dejar a lado mi ignorante-ignorancia respondía: "Yo ni soy periodista, ni lo quiero ser".

Ahora que he colgado el "mouse" y el computador para dedicarme a trabajar para otra empresa en ventas, me toca recorrer el estado en mi troca azul y de vez en cuando algún amable gerente de la tienda de turno me alegra el ego diciéndome, "Usted escribe en el periódico, ¿No sabía que Ud. era periodista?", a lo que respondo "No realmente".

Y es que nunca he sido escritor, ni creo que lo seré. En estos días del Internet, cualquiera escriba alguna bobería, respondo y de vez en cuando les digo: "Yo ni soy periodista, ni lo quiero ser". 

Es chistoso cómo todo está conectado en esta vida, a comienzo de semana estaba en Greenville, SC y leí un editorial en uno de los periódicos locales que hablaba de la seriedad y responsabilidad que se debe tener al manejar un medio impreso. En mi ilusa e ingenua cabeza pensé que eso es lo que todos los medios formales deben hacer. Días después escuchaba en la radio pública, un interesante reportaje sobre la ética en el periodismo y justo esta semana mi peli-groja favorita me enseñó la última edición de "What's Up?" y me encontré con el siguiente titular: Todavía puede sacar licencia. No realmente. 

El citado conjunto de párrafos con un titular encima, al más puro estilo cantisflesco, insinúa que se rompa la ley, da información erronea (sólo hay que visitar la página del DMV de cada estado), dice que no piden número de seguro social, después dice que sí se lo piden y lo peor da el costo de bus, avión y hotel de cada estado, es que más que un conjunto de párrafos con un titular encima, parece una guía turística de los cinco estados en los que supuestamente se puede sacar la codisiada licencia. En serio, realmente.

No sé si se les fueron las cabras a alguien, o es que yo me he vuelto muy exquisito, pero una vez más, no podemos jugar con las ilusiones de las personas, no podemos dar información falsa por mejores que sean nuestras intenciones. No podemos quitarle el sueño a un pobre cristiano, que mientras escribo esta columna, está soñando que mañana irá a sacar al fin la licencia. Un jalón de orejas para el editor de "What's Up?". 

Esto quiere decir que he perdido la Fe en la prensa escrita de Charlotte. No realmente. Quiera o no me he convertido en parte de ella. Realmente.

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