domingo, 4 de enero de 2009

¿Yo? ¡en Washintonto!

Pasar los domingos en la mañana con mi familia, sobretodo con mi Papá era la cosa que más esperaba cuando era pequeño. Todos los domingos después de inventar mil excusas de porque no ir a la Iglesia, lo acompañaba a la panadería del barrio y la lista siempre era la misma, un pan baguette (o francés), tomate, lechuga, mortadela y queso. Ya en casa, la receta era muy simple, se abre el pan, se le pone aceite de oliva (pero que sea italiano), la lechuga, el tomate en rodajas, la mortadela o jamón, sal y pimienta, claro está acompañado de un gran vaso de vidrio lleno de Coca-Cola con hielo, después se cortaba el añorado sánduche en tres partes iguales, aunque mi Papá siempre encontraba la manera de que su porción fuera un poco mayor. Su lógica: Yo soy más grande.

Una vez terminado el ritual del sánduche, venía el ritual del televisor, los tres (Papá, Mamá e hijo), se metían el dormitorio principal, prendían el aire acondicionado y sintonizábamos uno de mis programas favoritos de ciencia ficción en la TV marca RCA de la época: Base Lunar Alfa.

Años después mi Papá me comentó que la llegada del hombre a la luna, marcó su generación, entonces la pregunta era ¿Dónde estabas cuando llegó el primer hombre a la luna? y claro tristemente para la mía, la pregunta era ¿Dónde estabas cuando sucedió el ataque de Septiembre 11?, pero todo eso cambiará gracias a un hombre: Barack Obama, entonces la pregunta va a ser ¿Dónde estabas cuando Barack, asumió como el primer presidente afroamericano de Estados Unidos? 

¿Yo? quiero estar en Washingtonto, DC, gritando, abrazondome e ilusionandome de un mejor porvenir para la nación de las hamburgesas, los hot-dogs y los hot-cakes.  Porque yo aún creo que podemos cambiar al país, que los latinos podemos demostrar todo lo que hemos hecho y todo lo que podemos seguir haciendo aquí en Estados Unidos.

Así que el próximo 20 de enero, enrumbémonos a la Capital, no necesitaremos hoteles donde quedarnos porque no dormiremos ni un sólo día, tampoco tendremos que llevar dinero para "pistear" porque nos intoxicaremos al respirar el aire cívico y triunfante que nos rodeará. Para vivir este momento histórico tan sólo gastaremos $64 en el bus y comeremos los ricos hot-dogs que ofrece la capital en las escaleras de sus antiguos edificios, Washington es un lugar espectacular y con nuestra presencia, será un lugar vibrante.

Sino podemos ir hasta la capital, juntémonos en nuestros barrios con amigos y enemigos, con conocidos y desconocidos porque este triunfo es de todos. Comienza una nueva era y sólo espero que la historia una vez más no nos traicione. Adelante que pa' tras sólo para coger impulso.

Para concluir muchas gracias al Tobe y a Pablo, por sus amables líneas sobre la columna de la semana pasada.