lunes, 28 de abril de 2008

Los cinco dólares

Cada semana hago las compras de la casa: que la leche, que el queso, que la ensalada (con eso de que hay que bajar de peso), que el yogurt (pero que sea lite), etc ... Usualmente voy a algún supermercado que me quede cerca del barrio, pero hoy no sé qué me dio y decidí ir a otro más sencillo.

Resulta que años atras cuando yo no era un peluquín "upscale", viví muy cerca de este barrio, tan cerca viví y tanto me integré, que aún lo extraño y es por eso que "der-vez-encuando", como que un demonio se mete en mi "troca" azul y me lleva al querido barrio.

Entrando en la tienda, una mujer se me acercó, me dijo con un aliento entrecortado que no tenía para comer, ni cómo agarrar el bus y que estaba enferma del corazón, como es usual no le iba a dar nada pero empezé a sacar cuentas:

1. Los pobres son la cara de Jesús o cómo le decimos en la casa "El Flaco".
2. Si en teoría debo ir cada domingo a la iglesia, templo o santurario y debo dar por lo menos, bajito, mínimo $1, quiere decir que le debo $52 a Diosito, porque hace un año que no voy.
3. Pués si le doy $5 a esta señora le quedo debiendo a Papito Dios $47.

Pues me dije que más da ... tenga sus $5, inmediatamente a la Doña, se le fueron todos los males, hablaba perfecto, por supuesto me dijo "God bless you" y se fue de lo más contenta. Eso sí antes de que se fuera le grite "No se meta en problemas", inmediatamente me recriminé, ¿quién soy yo para decirle eso?. La señora sabrá que hace con su dinero, si quiere irse en bus o irse a emborracharse o hacer cualquier otra fregada, ella sabrá que es lo que le conviene. ¿Cuál es la diferencia entre un gerente de banco que necesita su "coca especial" o una mujer pobre que irá a buscar un poco de "crack"? Los dos seguro tienen su serie de problemas y sueños.

Hice las compras de la semana, gasté $93.70 y me dije "tuve que haber ido a Compare Foods o a Aldi", pensé. En fin ya está hecho. Al salir de la tienda  "El León de la Comida", me apareció un señor mayor y cojeando me pidió 25 centavos, con cara enojada le dije "Sorry men, no tengo efectivo".

Tremenda, pero no la radio, sino la mentira, claro que tenía $5, inmediatamente sentí que Papito Dios me estaba viendo desde la azotea y me recriminaba, me viré y le dí al abuelo otros $5, pensé ahora sólo le debo $42 a Diosito. El abuelo me dijo "Hoy ya no molestaré a nadie y me pidió perdón". Yo le respondí, no tiene que disculparse, gracias por la lección, vaya con Dios.

Si Ud. es como yo, que es un cínico religioso, estará de acuerdo conmigo, que no hay nada mejor que en vez de darle el dinero a algún padre/pastor/predicador, vivo y malicioso, es mejor darle el dinero al que más necesita.

Si al leer esta columna, nunca pensó que el barrio era afroamericano y que los personajes eran negros, déjeme decirle que Ud. está con Dios, si al contrario inmediatamente pensó que ellos eran afroamericanos, pídale a Dios que lo ayude, que le de amor y sabiduría para vencer el racismo que nos carcome y nos destruye por dentro.

Una última cosa, 3 de cada 4 vagabundos que Ud. ve en las calles, tiene algún tipo de inestabilidad mental, la persona que tanto desprecia o le da asco, algún día podría ser su padre o su abuelo, o peor aún podría ser Ud.

No hay comentarios.: