domingo, 8 de junio de 2008

El 20%

Qué bonito es el amor y qué lindo es enamorse. Las miradas tímidas, los besos a escondidas, ese apretón de manos en el cine y las usuales mentiras a los padres para poder hacer las cosas prohibidas que nos acelera el corazón. Eso está bien.

El enamorase y hacer planes sobre el futuro, el sin ti no se que haría, el júrame que nunca me dejarás, el si me dejas me muero y el famoso te amaré toda la vida. Eso aunque para las personas que no están enamoradas suena cursi y ridículo, también está bien.

Lo más bonito que existe en este mundo, es saber que cada oveja tiene su pareja. El saber que alguien nos espera en casa al final del día. Y definitivamente eso está bien.

Ahora hablemos de lo que no está bien. Hablemos de la violencia de género. Me refiero a la violencia contra la mujer. Se estima que el 20% de las mujeres que viven en pareja, sufren de violencia doméstica, es decir que de 10 mujeres que Ud. conozca, talvez 2 están siendo golpeadas al momento de Ud. lee esta columna.

Kofi Annan, ex-secretario general de la ONU y premio nobel de la paz, dijo: "La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarollo y la paz".

En este es un mundo lleno de personas que luchan por los derechos humanos, siempre vemos en las noticias reportajes de terribles genocidios, de crímenes horrorosos que nos ponen los pelos de punta, pero casi nunca vemos noticias sobre violencia de género, no porque no ocurran, sino porque queremos creer que no existe. 

Los atacantes deben ser castigados por sus crímenes, porque así como el asesino que mata es perseguido, el hombre que golpea a una mujer debe ser llevado a justicia. Démonos cuenta que las mujeres no son un saco de arena para descargar nuestras frustaciones, nuestros fantasmas de infancia, no es "que ella se lo buscó" o "perdí la paciencia", tales cosas no existen. Y actuar bajo esa excusa está muy mal.

Si Ud. conoce alguién que golpea o abusa mentalmente alguna mujer, intervenga, talvez la próxima vez que vea a su amigo, sea para acompañarlo al funeral de su compañera. Si en verdad es su amigo, si en verdad le importa su bienestar, ayúdelo, busque con el grupos de ayuda, llévelo a la Iglesia. Entérese. Existen grupos locales que lo pueden ayudar.

Si no lo hace, talvez el día mañana tenga que ir al funeral de alguna mujer importante en su vida. Piense en su madre ... en su hermana ... en su esposa.

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